La respuesta es si, puedes tatuarte en verano como en cualquier otra época del año pero has de tener en cuenta que hay diferentes factores que pueden llegar a dificultar el proceso de curación de tu tatuaje. Algunos de estos factores son, principalmente: el sol, la piscina y la playa.
La exposición al sol puede quemarnos la herida o bien hacernos sudar y, por lo tanto, que haya un exceso de transpiración en la piel. Esto humedecería la herida y esta no podría cerrarse directamente.
El agua también humedece la herida y dificulta su correcta cicatrización. Otra cosa a tener en cuenta es por las bacterias presentes en el mar y el cloro de de las piscinas que pueden infectar el tatuaje.
En resumen, antes de tatuarte en verano has de tener en cuenta que un tatuaje no deja de ser una herida y es importante cuidarlo bien para que cicatrice correctamente. Sí sigues los cuidados correctos no tiene porque haber ningún problema.